Dice Kike que lo hago a propósito. Juro ante todos los astros del universo mundo que no es cierto. El 13 es mi número, lo llevé a la espalda durante todos los años que jugué al baloncesto. Nadie lo quería, pobrecito. Y.. aquí estoy otra vez. Carl Jung describió las coincidencias como un efecto del inconsciente colectivo. Ahí queda eso. Y como sabéis, este era un tío chungo, un cabezón suizo, un “enterao” padre de la psicología profunda, ahí es nada. Así que ya lo sabéis, todos vosotros tenéis la culpa por ser un colectivo de inconscientes, que no es lo mismo pero me sirve para desmentir a Kike y resignarme a ser el tío de la mala suerte. Ahora que también os digo que, para mala suerte, la de Pepe Sanjurjo. Un avezado pateador con “draw” como él, en Montealvar no metió ni uno de esos que entran sí o sí. El dios del put, o sea, Putdéo, porque el dios del put es catalán, por si no lo sabíais. No tenéis mas que ver: Arsenal 3-Madrid 0; Barcelona 4-Dortmund 0. ¿Es o no es? Pepito, pretendió hacer la Sanjurjada pero lo mismo que a su tocayo José, no le salió. Por fortuna, él no ha tenido que exiliarse en Portugal. Yo no sé si José Navío tiene algún antecedente por Girona o por Palamós pero seguro que Putdéo lo bendijo, 37 puntazos para alzarse con el primer puesto en el antiguo valle de la luz, hoy tirado al monte, concretamente al Alvar. No peor fue el día de AM, a un escaso punto de la punta, 36 para Alfonso que se confirma como uno de los puntales de este club, apareciendo siempre por arriba en la clasificación. Me refiero a Mansilla por si los de la EGB no habían entendido... Y que os voy a contar de nuestras compañeras, doña Beatriz y doña Laura. Locuaces, simpáticas, abnegadas y esforzadas jugadoras a las que Putdéo no les hizo ni puñetero caso. No importa, terminaron con una sonrisa y aún nos besaron en el 8. Para los malpensados, nos besaron en la mejilla, el 8 es el hoyo, ovellas. Y es que, en algo se me tiene que notar que soy asturiano, el “ovella” es un epíteto cariñosón para señalar a los obtusos. Los “agudos” ya se pispan ellos solitos y si no entienden se van de cabeza al diccionario (bable). Queridos colegas, no lo hago a propio intento, os lo aseguro. Lo que no dice Kike es que él, sí, sí, el mismo Baptista, no fue bautizado por la diosa fortuna y bendecido por Putdéo, por apenas un punto: puesto decimocuarto. Mejor os hubiera ido con él que solo con explicar de donde se ha sacado ese Köhring, con esa pinta que tiene de haber nacido en Bilbao y no en Hamburgo, os hubiera divertido mucho más que este cronista al que Putdéo hace tiempo que le hurtó la “d” para dejárselo claro.
