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Crónicas

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    • 10
    • 2024
  • DOBLES FINAL AEPJG LA VALMUZA SALAMANCA

    “¡No lo hagas!”, dijo el decano

por: Laureano Suarez

José María Izquierdo Ortés, egregio fundador de la AEPJG y actualmente el decano de nuestro club, encaramado en sus nueve décadas, me dijo: “no lo hagas”. Sabio consejo.

Izquierdo debe ser seguidor de Epíteto que fue quien dijo aquello de “no es lo que te ocurre, sino como reaccionas, lo que importa”. Acudo aquí a Cicerón que pensaba que “somos más sinceros cuando estamos iracundos que cuando estamos tranquilos”. Y aquí estoy en lo que le dijo el chino al piano: “Te cleo”

El destino, que es un cruel dictador del albedrío, me vuelve a señalar como cronista y nada menos que de la final de nuestro circuito anual. Los notarios y los periodistas son dos de los actores sociales cuya función, además de otras, es dar fe. Unos, de lo que pasa en las calles, en los despachos o en los salones y otros de lo que afirman actores de la comedia de la vida ante su presencia. Pero, para comedia, la que hubo en el vestuario de los chicos. Había allí más pelotas que en la cancha de prácticas. Todas ordenaditas en fila con una sucinta toalla por todo atuendo, esperando turno en la única ducha viable. Era una hermosa fila de cueros no aptos, por cierto, para comparsas de una peli de Nacho Vidal (con las lógicas excepciones, añado). Un argentino cachazudo diría: “poca agua para tanto pelotudo”.

Claro que para agua, la de la mañana. Imaginaos a este torpe amanuense tratando de enfundar el drive mientras sujetaba el paraguas procurando que el guante permaneciera seco, que no se le cayera el sombrero de aguas al tiempo que manipulaba la funda de la bolsa para proteger los palos y tratando de responder a la compañera lo de ¿hierro 6 o madera? mientras caía la mundial. He visto a Pepe Viyuela sufrir bastante menos con su silla de tijera.

La jornada había comenzado con el estridente aviso del Samsung a las 6,30 AM y tres churros y un café desabrido en la churrería Chamorro, lo único abierto a esas horas de la madrugada. Luego se hizo la Luz, gris eso sí, y fuimos llegando disciplinadamente a ese lugar llamado La Valmuza al que habíamos sido convocados para disfrutar, sí, sí, disfrutar digo, de una final digna de una temporada repleta de buenos torneos.

Y a fé de que los que juegan bien al golf la disfrutaron. Lo hicieron, esta vez y con merecimiento, mis compañeros de partido Antonio Alonso y Javier Pinto, de azul y verde, como dos olas de mi amado Cantábrico. Ellos, ajenos al temporal, se solaparon en el acierto y fueron del par al bogey con la gracia de dos de las bailarinas de Esther Williams. Con tanta agua no se me ocurre un símil más ad oc. Mi Driver, fabricado por Callaway en la tórrida California, trataba de huir del aguacero refugiándose bajo las encinas un hoyo tras otro. Las encinas tratando de ser simpáticas, me ofrecían siempre sus anchas copas y sus enhiestos troncos para que el rabazo pareciera más culpa de ellas que de mi impericia.

Y, aunque el sol asomó tímidamente un par de segundos, se hizo la tregua en los cielos y los nimbostratus, aunque amenazantes, antes que llorar, que es lo suyo, se dieron a reír viendo como me arrastraba en la ignominia del tripateo, rebozado en arena e ignorando que un 9 es un hierro amable y no una grosera azada. ¡Pobre compañera!, testigo impotente del desastre.

Y concluyó la jornada con música a todo trapo mientras un grupo de esforzados pateadores dirimían sus habilidades en el Green, en un concurso de put, pensado para “dulcificar” una jornada en la que, como siempre, hay más perdedores que ganadores. Mucho ritmo, buen humor, “cubatas” y reiterados intentos de descalificación al campeón y un finalista, Miguel, que además de su conocida vena competitiva, supo hacer honor a este deporte de caballeros levantando la bola y dando la mano a su oponente en un gesto que le honra como deportista y le reconcilia con los socios a los que maneja con puño de hierro durante la temporada. Y hace bien.

Loor a los ganadores, que lo merecen y un último y pequeño apunte. Damos las gracias a Jesús Pastor, sin cuyo desinteresado trabajo todo esto no quedaría impreso en nuestras retinas. La temporada 2024 ha muerto, ¡¡ Viva la 2025!!


FIN Y MUCHAS GRACIAS


Y.. fin de temporada en La Valmuza, Salamanca. Muchas gracias a todos por una temporada más y por acudir a celebrarlo en la final. Gracias a la Valmuza, un campo en muy buen estado a pesar del diluvio. Nuestro reconocimiento a Eustaquio Andrés fue un put firmado por Olazábal, lo mismo para Miguel Sese, de Hankook. También queremos mencionar al resto de sponsors, De Pique; AGS Mudanzas; TOA; Viajes Salamanca; RFMG, FGCyL; PGA España; Sánchez Guijo (Ibéricos) y Mahou. Sin todos ellos este circuito no sería posible.

Hubo también un reconocimiento a la directiva encabezada por Mario Díaz y en la que trabajan Miguel, Javi, Jorge, Carlos y Chicho Morales, nuestro conseguido de Green Fees en las Canarias.

Se puso de relieve el incremento de socios (importante); los campos incorporados este año: Santander, Dehesa, Lomas, Herrería; las subvenciones a los torneos más caros y a los de Clubes sin Campo. Se recordó que siguen vigentes los cursos en el Olivar al 50% de su precio, acuerdo este de la directiva anterior.

Y los ganadores fueron: en los pares tres Mario Díaz (hoyo2); Miguel Carnero (hoyo 3); Jesús Pastor (hoyo en uno en el 11); Juanjo Pinedo (hoyo 15); Javier Salvador (hoyo 17).

Alfonso Gutierrez fue el más largo con el drive en el 18 y Alberto Dávila, cedió su premio a Javier Salvador. El premio Pepe Sanjurjo,para el ganador del torneo, esta vez por parejas, fue para Crescencio Argüeso y Pedro Gonzále. En hándicap, el tercero fue Tales Azzoni; segundo, Paco Domínguez y Campeón, Miguel Carnero, un competidor insaciable que pretendía también ganar el concurso de put de la tarde, pero no pudo ser.

Los premios del Scratch fueron para Jesús Pastor, 3ª; José González Moreno, 2ª y para Juan José Pinedo Araujo, un tipo grande, joven y risueño con el que da gusto perder.
Miguel Carnero (hoyo 9) ¡un juego de neumáticos Hankook! o sea, que además de mala milk, tiene suerte este tío; Jesús Pastor (hoyo en uno en el 11 premiado con Green fee gratuito para todo el 2025 con acompañante, gran premio Jesús, lástima de vale de Repsol)