Decía el maestro Paco Mora: ¡Malditas rojas!. ¿Por qué?, porque salir de esas barras propició que quedara en el puesto trece en la clasificación de ese torneo y por tanto le tocó hacer la crónica de Aranjuez. Una protesta retórica pues no sólo no le costó hacer la susodicha crónica, sino que nos brindó a los demás el placer de leerla. Pero éso no quita el punto de reproche hacia el pobre número 13, tan denostado y maltratado a lo largo de la historia, aunque también ha tenido sus defensores y sus “fans”. Veamos: Para empezar, el número 13 ha sido uno de los más intrigantes de la Numerología y ha tenido varias interpretaciones a lo largo de la historia, según las diferentes culturas. En muchas de ellas se le considera un número de mala suerte y se evita; sin embargo para la mitología, hay doce dioses en el Olimpo, y el número 13 representa al dios supremo, el que controla el destino de todos los seres humanos. Y eso trae buena suerte, ¿o no? El número trece es el capo, el jefe, el boss, ¡mola!. Además el numero 13, (según sus defensores), es un símbolo de paz y armonía, es una señal de que la humanidad debe abrazar la espiritualidad para encontrar la tranquilidad. Representa la energía de la sabiduría, la fuerza y la espiritualidad que nos ayuda a vivir una vida plena y feliz. Una cifra que representa la transformación y la renovación, la muerte y el renacimiento y se asocia con la capacidad de superar obstáculos y alcanzar la iluminación espiritual. ¡Toma ya cursilada y pedantería!. Pero es lo que tiene el corta y pega. Pero vamos a quedarnos con lo bueno, con eso de superar obstáculos, la sabiduría, la fuerza y la vida plena; así que al próximo que le toque hacer la crónica y le oiga protestar se va a enterar. ¿Y todo esto a que venía?, Ah sí, que yo debería contaros que hemos jugado el cuarto torneo de la temporada, (quinto si contamos el de la Asamblea), en el campo de el Santander. Un clásico ya, largo, complicado, greenes endiabladamente rápidos y algunas calles un poquito de aquella manera. Por lo demás un día espectacular, buena compañía y esplendidos dobles de cerveza como colofón, aunque faltó el mus, ¡qué le vamos a hacer! Respecto a los resultados: José González ganó Scratch, (nada más verle salir en el hoyo 1 me imaginé que iba a armar alguna), Asenjo ganó hándicap y los pares tres se los llevaron por orden de aparición: Enrique Carneros, Juanan Villanueva, Miguel Carnero y mención especial para Jorge Armenteros en el hoyo 17, que estuvo a puntito de hacer hoyo en uno.