Reencuentro con el golf y los amigos después de bastante tiempo y, como ya sabía, sigo siendo un “membrillo”. Mucha postura de salón y a la hora de la verdad, lo de siempre. Bien es cierto que el viento no ayudó, que llevaba mucho tiempo sin jugar, que aún estoy en tiempo de recuperación… Bueno, tengo más excusas pero será mejor no seguir con ellas. Buenos compañeros de partido que hicieron más agradable el fuerte y frio viento racheado que tuvimos a lo largo de la jornada. Eso, al menos, compensó los irregulares golpes que fuimos dando durante todo el torneo. Por otra parte nos “topamos” con la “tarjeta virtual”, y tan virtual, no fuimos capaces ninguno de los tres de apuntar ni un solo resultado, menos mal que se nos ocurrió coger un par de tarjetas al inicio porque si no habría sido un desastre. Ya nos dijeron a la entrega de las mismas que no habíamos sido sólo nosotros los que habíamos tenido problemas. En fin, contentos por la cerveza del hoyo 19, muy cara eso sí, que nos sentó de maravilla. Ahora a esperar el próximo torneo, al pueda acudir, para seguir disfrutando y cabreando a partes iguales. Es lo que tiene este maldito juego lo amas y odias a partes iguales. Enhorabuena a los campeones, Luis González-Aller en scratch e Ignacio Aranda en hándicap.