Día muy soleado, pero sin agobios. Una treintena de jugadores en La Faisanera y todos pendientes a primera hora del señor sol y de cómo iba a tratarnos esa mañana. Nada más llegar la temperatura era muy agradable y todos rezando para que se mantuviera así durante toda la jornada, pero el astro rey no estaba dispuesto a dejar de ser uno de los protagonistas y poco a poco se fue haciendo más presente y calentando. El campo estaba precioso, en perfectas condiciones y con esas trampas en el raf características de La Faisanera. Hacía tiempo que no venía a un torneo, este año no he podido ir a muchos, y no sabía en que forma estaba para dar a la pelotita, pero parece que mantengo mi regularidad; es decir, mal. Además, jugar poco una temporada hace que las bolas, si ya por costumbre te respetan poco, pasen directamente a no obedecerte nada y, aunque cambié de bola en varios hoyos, comprobé que no era una decisión individual de alguna, sino que la habían tomado de forma colectiva. Tenía que ser eso por que yo los golpes los ejecutaba bien, como mandan los cánones, pero no, ellas desobedecían constantemente hasta el punto de que en el 18, y supongo que un poco también por efectos del calor, dos seguidas decidieran ir a darse un baño. Eso fue decisivo para que me tocara hacer la crónica. Menos mal que llevaba un buen partido, el gran José María Izquierdo que a pesar de sus más de 90 años en muchos golpes me superaba en distancia, Jorge Armenteros con quien era la primera vez que jugaba y parece que no era su día, tuvo que abandonar a medio partido por problemas estomacales y Javier Barabino a quien se le volvió a escuchar por todo el campo como ya era una tradición. El gran triunfador del torneo fue Pedro Bernardo con 29 puntazos en scratch y 38 en hándicap, un abusón que juega para ganar, y los pares tres para Enrique Carneros y Jesús Pastor, otro que no pierde ocasión para hacerse con premios. Eso la primera parte de la jornada por que las dos siguientes se desarrollaron como estaba previsto, la comida en la Taberna del Pelón donde hubo más camaradería y nuestro amigo Peri nos trató bien como siempre y la última, y casi la más fatigosa, encontrar dos pardillos que piensen que te pueden ganar las copas al mus y terminen pagando. Próximo torneo el 20 de julio en el Race, un gran campo al que no se puede faltar.