Decía Bill Shankly, el mítico entrenador del Liverpool, lo suficientemente antiguo como para que lo conozcáis todos de primera mano, que el nombre que importa en una camiseta de fútbol no es el que pone en la espalda sino el que se puede leer en el pecho. Es decir, lo importante es el equipo.
Formar parte de un equipo implica asumir los objetivos del resto de miembros como propios, pelear por ellos sin que importe el logro individual o el brillo personal.
Y ya si tienes un día, con perdón, de mierda, pues es la leche tener a ese equipo a tu lado.
Jesús, Tomás, Elena, Pepe y Mario son un lujo para nuestra asociación. No tanto porque en el primer torneo de Clubes sin Campo de la Federación de Golf de Madrid se calzaran 179 puntos en Valdeluz y quedaran segundos (haciendo mi pésima tarjeta irrelevante), sino porque gracias a su juego, su compromiso y su rendimiento en un domingo en el que todos celebrábamos el Día del Padre al menos a mí me hicieron sentir parte de un equipo, hicieron que ese sentimiento de pertenencia al club que anhelo para todos y del que siempre hablo en el discurso del final de temporada fuera real, palpable. Y eso sí que no tiene precio.
Gracias, gracias y otra gracias. Ojalá con compañeros como vosotros podamos hacer que los más de 160 socios de la AEPJG puedan sentirse parte de nuestro EQUIPO.
