La estación más cambiante del año, fiel a su fama de “revoltosa” no nos ha decepcionado hoy en Palomarejos:
Nubes, sol, llovizna, viento…mucho viento que a veces dejaba el driver a la altura de un miserable hierro 5…o menos, pero nada de esto ha impedido que pasáramos una mañana estupenda con grandes amigos a los que no veía y con los que no jugaba hace mucho y que han brillado a gran altura, tanta que me han ganado los tres a pesar de que no lo he hecho tan mal como últimamente.
El campo, bien cuidado como siempre si exceptuamos los bunkers, duros y que quizá víctimas del viento como nosotros, atesoraban una cantidad notable de piedras, pero me gusta, me gusta mucho y me parece muy entretenido. El personal muy atento y el servicio del restaurante muy agradable, asunto nada baladí en los tiempos que corren, solo ha faltado el mus…¡ay ese mus!
El golf no es lo mismo si no te puedes quedar a compensar “los rabazos” con unos cuantos órdagos.
En cuanto a los resultados, al menos en Scratch lo de casi siempre, el maestro Crescencio no cede terreno, 28 puntazos contra el viento y lo que haga falta. Olé Crescencio.
En hándicap ha sido Gerardo Corral el que ha “noqueado” al campo con 40 puntos, nada menos, y en cuanto a la “puntería” en los pares tres, han sido Calos López Portaña en el hoyo 2 y Daniel Senovilla en el 4. Enhorabuena a todos.
Saco una conclusión esperanzadora de los resultados y es que el nivel de juego ha sido alto puesto que 12 jugadores han superado o cumplido su hándicap, por eso yo he quedado el decimotercero y tenéis que sufrir la crónica de este fotógrafo poco avezado en las artes literarias.
Os animo a todos los de hoy… y mas, a vernos en Valdeluz y a superar el número de jugadores que venzan al campo.