Creo que la mejor forma de comenzar esta croniquita es dando las gracias a nuestros colegas catalanes, por su espléndida acogida, por su fenomenal organización y por el maravilloso fin de semana que nos han hecho pasar.
Además el tiempo nos acompañó durante los tres días con una temperatura casi veraniega, por lo que nos dimos el lujazo de jugar, en estas fechas, en manga corta, tanto en el campo de Costa Daurada como en Bonmont donde tuvimos la suerte de que no apareciera el habitual y temido viento que hace ese precioso campo todavía más difícil. Preguntad a cualquiera de los que fuimos, por el hoyo 17. Y encima cuando llegábamos al Hotel Gran Palas nos esperaba un fenomenal Spa, donde todas las tardes hemos disfrutado como niños pequeños con las burbujas y los chorros.
La competición se desarrolló, como suele ser habitual en este tipo de encuentros, en la modalidad Match Play. La primera jornada, por parejas mejor bola y la segunda confrontación individual. Es decir el primer día había 6 puntos en juego y el segundo 12. Y el resultado final fue 12-6. Un excelente juego de nuestros compis catalanes y uno mediocre por nuestra parte. Pero os puedo asegurar que tras la competición, es decir, en las cervezas y en la cena nadie hablaba ni le preocupaba el resultado pero si el buen ambiente y los preciosos días que hemos pasado.
Ahora nos toca ir pensando a nosotros como vamos a organizar el año que viene la segunda edición de este encuentro Madrid-Cataluña que al final hemos logrado realizar y que tanto Alfonso Gallardo, como Javier Barabino llevaban años intentando hacerlo realidad.
