por: Ricardo Olmos

Puntualmente nos encontramos todos, saludos, risas, un cafetito y a nuestros tees de salida. Brilla el sol y la temperatura es algo fresca como corresponde a estas fechas y a primeras horas de la mañana. El campo está precioso.

Primer hoyo, par 5, tengo un partido de lujo, Pedro González, Mario Vázquez y Juanan Villanueva. Buena salida, de tres en green a un metro de bandera y….. ¡¡¡birdie!!! Sonrío para mis adentros y me digo: calma, no es como se empieza, es como se termina.

Hoyo dos, par 4. Sigo saliendo bien, de dos en green, dos putts y par, más contento. Hoyo tres, par tres de 155 m., el más fácil del campo. Nos colocamos en el tee de salida, cojo una brizna de hierba y la lanzo al aire, ligera brisa sur-sureste, de unos 7,26 Km/h. Me preparo, hierro cuatro, buen ensayo, golpeo, la bola vuela en dirección a bandera, bota dos metros antes y recta al ho…, ¡¡¡RIIIIIIIIIINNNNN!!! Qué ruido más horrible. ¡¡Coño, si son las siete!! Me levanto, ducha, desayuno y al Santander.

El día está feo, pero que muy feo. Hace un frío del carajo y amenazan con vientos de 35 km/h. Como siempre me pierdo por Boadilla y luego me vuelvo a perder en la Ciudad Financiera. Salimos del hoyo 6 y el partido sigue siendo estupendo. Hora de salida, el aire parece que nos respeta. Suena el petardo, el viento despierta y empieza a soplar fuerte y además….. ¡¡nieva!! Primera raya.

El campo está bien, saliendo de los rigores del invierno. El terreno, blando con algunas zonas algo encharcadas, no está mal para lo que ha caído. Los búnkers, con muy buena arena, y lo digo yo que me los he recorrido casi todos. Y los greens…, los greens para mí que los habían pulido, rápidos, rápidos, había que medir muy bien las fuerzas para no pasarse y salirse fuera (en esto yo soy un experto).

El resto de los compañeros de todo un poco, buenos golpes y salidas de calle, el viento soplando a ratos, aunque menos de lo que se esperaba. Y en cuanto a mi sigo sin quitarme esa afición a la cocaína.

Hoyo 19, el mejor de todos. No sopla el viento y la temperatura ha mejorado. Cervezas, menú del día, buena cocina y la conversación…. Nadie quiere hablar de este día de golf. Bueno, nadie nadie, no. Como siempre los hay poco solidarios con los compañeros que se empeñan en ganar y hacer tantos. 

A mi derecha se sienta Antonio Luis Serrano. Tiene una sonrisa de oreja a oreja. No es para menos: ganador hándicap con 36 puntos y la bola más cercana en el hoyo 7. Lo quiere todo, es un egoísta. Por la puerta aparece Crescencio Argueso. Se le ve relajado, sonríe pero menos que Antonio. Para Crescencio ya es una costumbre ganar scratch, 25 puntos que en este campo… Y  José Ignacio Tamargo que también parece contento y relajado después de alzarse con la bola más cercana en el 17.

El próximo el martes 3 de abril, Cabanillas, conjunto con los de TVE, ese campo cada vez está mejor, probaremos suerte.