Un eagle, un birdie, 47 pares y 80 bogeys. Si cogemos el mejor resultado de cada jugador, la tarjeta del torneo de la AEPJG en el Club de Golf de Aranjuez sería de 64 golpes… ¡4 bajo par! ¡Nivelazo! Se trataba de un torneo nuevo, en un campo prácticamente inédito para la mayoría y jugado a unas horas (09:00) que obligaba a un madrugón mayor que de costumbre. Madrugón que me permito calificar de innecesario, dado que éramos pocos jugadores (14), el campo se encontraba prácticamente vacío y se trataba de un recorrido que se completa en cuatro horas, pues son 9 hoyos de pares 4 y 3. ¿Facilón por ello? No diría yo tanto. El río Tajo, por un lado, y el fuera de límites, por el otro, complican algo las salidas, aunque sin exagerar, porque las calles son generosas. Mayor dificultad entraña meter la bola en el green, porque todos, absolutamente todos, tienen un tamaño reducido. No más de 16 metros de diámetro. Eso sí, una vez en él, y por su escaso tamaño, difícil dar más de dos putt. Sirva esto para definir el campo a quienes no fueran al torneo y sientan curiosidad por ir en alguna ocasión. Resulta cómodo por ser totalmente plano, interesante por la originalidad de algunos hoyos, pero incómodo por los mosquitos. En algunos tramos son plaga debido a la proximidad del río. ¿Vestuarios? Justitos. Sólo dos duchas. No hay toallas. ¿Comida? Razonable por el precio. Ensalada y paella propia de un menú de 10 euros, incluida bebida, café y postre. ¿Green fee? 20 euros por ser torneo, que resulta excesivo cuando los lunes cobran 12. Torneo el nuestro, por cierto, que el club no respetó, pues obligó a un partido a dejarse pasar porque venían dos socios por detrás y mostraron su queja de que tenían que esperar. Cada uno que saque sus conclusiones y acuda, o no, a conocer un campo que la AEPJG puso en el circuito con resultados que califico de satisfactorios. Todos los jugadores, menos uno, contribuyeron a realizar esos 47 pares sacados al campo, además del eagle de Sanjurjo y del birdie de la invitada Esther de Paz, autora, además, de cuatro pares. Quienes también se llevaron los pares a pares fueron Antonio Luis Serrano y Carlos Sánchez Alcaraz. ¡Ocho cada uno! Y puedo dar fe de que a Antonio se le fue alguno más. Pares en los hoyos 5, 6, 7 y 8, y cuatro pares y un bogey en los 11, 12, 13, 14 y 15 le elevaron a los cielos, y también a la victoria en stableford (37) puntos, y a uno sólo del siempre sublime Alcaraz (22) en scracht, lo cual ya tiene mérito, pues eso supone competir cara a cara contra un hándicap 11. Una curiosidad: el resultado de los jugadores del torneo coincidió con el hándicap del campo en los hoyos 1, 3 y 4, siendo el 1 y el 4 los de máxima dificultad, sendos pares 4 de 357 y 397 metros, respectivamente. El más fácil para nosotros, el 9, un par 4 de 321 metros, donde se consiguieron 7 pares y 15 bogeys, cuando para el campo era el 8, par 4 de 297 metros, donde hicimos el birdie de Esther, 4 pares y 9 bogeys. Y ahora, a continuar el maratón de junio: El Encín, Layos y El Fresnillo. ¡Qué poquito vamos a dormir! Me temo.
